Las normativas que regulan la elaboración comercial e industrial de alimentos incluyen pautas sobre el diseño de los equipos que se utilizarán para la limpieza.
La norma FSSC 22000, la sección de Programas de prerrequisitos de inocuidad de los alimentos. Parte 1: Elaboración de alimentos establece, respecto de los agentes y útiles de limpieza y desinfección, que: “las herramientas y equipos deben poseer diseño higiénico” y la normativa internacional sobre inocuidad de los alimentos del BRC (7ª edición) detalla los requisitos que deben cumplir los equipos de limpieza para poseer “diseño higiénico”.
Gracias a organizaciones como el Grupo Europeo de Ingeniería y Diseño Higiénico, numerosos fabricantes de alimentos aprecian las ventajas de utilizar equipos de producción con un diseño higiénico. Esos componentes, diseñados teniendo en cuenta la higiene, son más rápidos y fáciles de limpiar, lo que disminuye el riesgo de contaminación microbiológica, química y física, así como la propagación de plagas.
Al mismo tiempo, esto maximiza la seguridad y calidad de los alimentos, reduce los riesgos de rechazo o retirada de productos y minimiza los residuos alimentarios. Sin embargo, en lo que respecta al equipamiento para la limpieza de los entornos y equipos de producción de alimentos, la necesidad de un buen diseño higiénico de las herramientas de limpieza se subestima con frecuencia.
Normalmente, los equipos de limpieza se utilizan para limpiar grandes superficies, por lo que pueden acumular gran cantidad de contaminantes. Solemos confiar en que la contaminación acumulada por los equipos de limpieza se elimina posteriormente como parte de la higienización de los mismos.
Sin embargo, un estudio financiado por el gobierno del Reino Unido como parte del cual se tomaron 10.000 muestras de Listeria en instalaciones de producción de alimentos consideradas especialmente sensibles y de alto riesgo, posteriormente analizadas por Campden BRI (CBRI), demostraron que un 47% de los equipos de limpieza analizados contenían dicho microorganismo (comentario personal de Holah, 2015).
CBRI usó esos datos para ofrecer orientación sobre la efectividad de la toma de muestras microbiológicas en áreas de procesado de alimentos en su publicación Effective microbiological sampling of food processing areas, dando lugar a la concepción de los equipos de limpieza como gran punto de ‘acumulación’ para el aislamiento de patógenos.
Se desconoce si los resultados se debieron a malas prácticas de higiene o el diseño deficiente de los equipos de limpieza, o ambas cosas.
Estudios realizados por Vikan indican que muchos de los equipos de limpieza actualmente en uso en la industria alimentaria no tienen un buen diseño higiénico, lo cual incrementa el riesgo de contaminación a partir de esta fuente. Es evidente que la posibilidad de limpiar los propios equipos es fundamental para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos, y que la aplicación de criterios de diseño higiénico adecuados contribuye favorablemente a este respecto.
Gracias a organizaciones como el Grupo Europeo de Ingeniería y Diseño Higiénico, numerosos fabricantes de alimentos aprecian las ventajas de utilizar equipos de producción con un diseño higiénico. Esos componentes, diseñados teniendo en cuenta la higiene, son más rápidos y fáciles de limpiar, lo que disminuye el riesgo de contaminación microbiológica, química y física, así como la propagación de plagas.
Al mismo tiempo, esto maximiza la seguridad y calidad de los alimentos, reduce los riesgos de rechazo o retirada de productos y minimiza los residuos alimentarios. Sin embargo, en lo que respecta al equipamiento para la limpieza de los entornos y equipos de producción de alimentos, la necesidad de un buen diseño higiénico de las herramientas de limpieza se subestima con frecuencia.
Normalmente, los equipos de limpieza se utilizan para limpiar grandes superficies, por lo que pueden acumular gran cantidad de contaminantes. Solemos confiar en que la contaminación acumulada por los equipos de limpieza se elimina posteriormente como parte de la higienización de los mismos.
Sin embargo, un estudio financiado por el gobierno del Reino Unido como parte del cual se tomaron 10.000 muestras de Listeria en instalaciones de producción de alimentos consideradas especialmente sensibles y de alto riesgo, posteriormente analizadas por Campden BRI (CBRI), demostraron que un 47% de los equipos de limpieza analizados contenían dicho microorganismo (comentario personal de Holah, 2015).
CBRI usó esos datos para ofrecer orientación sobre la efectividad de la toma de muestras microbiológicas en áreas de procesado de alimentos en su publicación Effective microbiological sampling of food processing areas, dando lugar a la concepción de los equipos de limpieza como gran punto de ‘acumulación’ para el aislamiento de patógenos.
Se desconoce si los resultados se debieron a malas prácticas de higiene o el diseño deficiente de los equipos de limpieza, o ambas cosas.
Estudios realizados por Vikan indican que muchos de los equipos de limpieza actualmente en uso en la industria alimentaria no tienen un buen diseño higiénico, lo cual incrementa el riesgo de contaminación a partir de esta fuente. Es evidente que la posibilidad de limpiar los propios equipos es fundamental para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos, y que la aplicación de criterios de diseño higiénico adecuados contribuye favorablemente a este respecto.
Fuente: Limpiezas
No hay comentarios:
Publicar un comentario