En tanto, a 100 metros de allí, los partidarios
del gobernador Luis Beder Herrera y la megaminería se
concentraron en el centro cultural, donde el mandatario daba su discurso de
apertura de las sesiones ordinarias pero evitando movilizarse por las calles
céntricas.
Durante el acto de las Asambleas, se
denunció que la policía puso severas trabas en los puestos camineros para el
ingreso de los manifestantes que llegaban del interior como también de
ciudadanos que querían ingresar a principal paseo público de La
Rioja.
Bajo la consigna de "El Famatina no se
toca", se leyó el petitorio presentado en la Cámara de Diputados esta
mañana, donde se exige la anulación del convenio que el gobierno riojano firmó
con la canadiense Ossisko en agosto del año pasado, al sostener que no hay
licencia social para esa explotación.
Además, pidieron la sanción de una ley provincial
de prohibición de la megaminería metálifera a cielo abierto y con sustancias
químicas, y advierten que la megaminería transnacional "constituye una real
amenaza" contra los territorios y formas de vida, "socavando
gravosamente las bases materiales de la soberanía popular".
"El gobierno nacional y el gobierno
provincial, que incluye a legisladores obedientes, lejos de asumir su
responsabilidad de asegurar la protección de los derechos de su población,
amenazan con intensificar y profundizar un modelo gestado a espaldas de la
comunidad y en abierta connivencia con los grandes grupos empresariales
trasnacionales", explicaron.
La marcha se desarrolló pacíficamente y fue
notoria la participación de jóvenes.
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