Con propuestas que afianzan la convocatoria al segmento juvenil aglutinado por booktubers y blogueros pero no descuidan al público tradicional que llega para abastecerse de bestsellers o revelaciones literarias, la 43° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en La Rural donde buscará superar el millón de visitantes con una oferta diversa concentrada en 45.000 metros cuadrados.
La mayoría de los sectores más prometedores se concentran esta vez en el Pabellón Amarillo, como el que presenta Los Ángeles -la ciudad invitada de honor-, que se despliega sobre una generosa superficie coronada por paneles verdes que simulan el paisaje escarpado sobre el que se proyecta Hollywood, uno de los mayores atractivos de esta urbe norteamericana donde los hispanoparlantes representan el 50 por ciento de la población.
Si bien el espacio reproduce puntos icónicos como el Paseo de la Fama -la calle "alfombrada" por centenares de estrellas con el nombre de celebridades de la industria cinematográfica-, la misión central del proyecto ideado con la supervisión de la Embajada de Estados Unidos es desmarcarse de su fama mundial como meca del cine para dar a conocer la potencia y riqueza de su literatura, además de divulgar su ideario multiculturalista y su interés por la preservación del medio ambiente.
La ciudad que Raymond Chandler eligió para pasear a su emblemática criatura literaria, el sombrío detective Philiph Marlowe, se hará presente a través de una delegación de escritores que integran Allen Zadoff, Gregg Hurwitz, Jesse Ball, Jeffrey Lewis, Jim C. Hines, Luis Alberto Urrea, Héctor Tobar y Madeline Roux, autora de la taquillera saga juvenil integrada por "Asylum", "Sanctum" y "Catacomb".
En el stand, dotado de un auditorio con capacidad para más de 40 personas, habrá charlas diarias sobre turismo, intercambio educativo y obtención de visas, entre otras y se montará un "MakerSpace", donde distintos especialistas ayudarán a diseñar elementos relacionados con la robótica, aunque el foco excluyente serán los jóvenes a través del ciclo de encuentros a cargo de blogueros y booktubers, que se han convertido en las grandes figuras de las dos últimas ediciones de la Feria.
En el Pabellón Azul, el fuerte son los espacios dedicados a la historieta, la novela gráfica y las ilustraciones, con un puñado de stands que ofrecen una selección de estos géneros, entre ellos el puesto de Marvel decorado con gigantografías de Spider-Man, Capitán América o Hulk, algunos de los superhéroes más emblemáticos de la editorial estadounidense de cómics que está a punto de cumplir 80 años en el mercado. Un stand próximo tiene como eje al inoxidable Ciruelo, referente mundial del Fantasy Art y protagonista de libros y álbumes de rock con sus legendarias ilustraciones de hadas y dragones.
En el Azul y el contiguo Pabellón Verde están concentrados los stands de mayor metraje, gestionados por los grandes conglomerados editoriales como Planeta y Penguin Random House. Este último, además de las interminables tarimas destinadas a exhibir su fondo editorial, dispuso un espacio para que sus autores firmen ejemplares -la lista la abrirá el periodista y sibarita Nicolás Artusi- y hasta diseñó una segunda planta donde funcionan oficinas y un espacio para eventuales rondas de negocios.
Otro de los imperdibles del sector es el sitio montado por la Universidad de San Martín (UNSAM), una monumental estructura de cuadrados de madera con miles de volúmenes que dan cuenta de un cuantioso y diverso catálogo que incluye desde textos académicos hasta los libros que compilan las mejores crónicas publicadas por la revista digital Anfibia- además de un auditorio para treinta personas que alojará 60 charlas a largo de 21 días.
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