El “descarte voluntario” para mejorar la
eficiencia en el tambo
La estrategia de lograr un animal mejor para reemplazar al
anterior y ganar en litros de leche diarios. Una posibilidad que brindan las
nuevas tecnologías de reproducción
Tecnologías como el sexado de semen o
la información genómica son de alto impacto hoy para lograr tambos más
eficientes. Una de las vías es su uso para acelerar el proceso de descarte de
las vacas menos productivas por vaquillonas que al primer parto den una mayor
cantidad de leche por ordeño.
“El semen sexado permite tener 10% más
de hembras nacidas a lo largo del año. Si se logra una buena recría, ese
excedente se transforma en vaquillonas de más alta productividad que son como
un soldado fresco que viene a reemplazar al caído”, graficó el asesor genético
Horacio Larrea.
El especialista agregó que con la
genómica se puede anticipar que una madre primeriza bien alimentada “va a pasar
los 40 kilos de leche, que es un nivel de producción extraordinario. Por eso
necesitamos aumentar la presión de selección y el nivel de descarte voluntario”
(este tipo de reemplazo se diferencia del ‘involuntario’, el cual se da en el
caso de las vacas con problemas de mastitis, rengueras u otros).
“Los litros de más que se logran con
el reemplazo es 100 por ciento ganancia. En la comparación, son dos vacas que
comen lo mismo y del mismo mixer, tienen el mismo ordeñador y gastan luz por
igual; pero una da 38 litros y la otra 33. Esos 5 litros son un ingreso
marginal que va directamente al bolsillo”, graficó Larrea.
Con los mismos números continuó: “Si
en un tambo de 1.000 vacas se puede reemplazar el 10% peor de las vacas (las
que promedian 5 litros menos) significa una ganancia de 500 litros por día a
costo cero. Por eso es tan grande el impacto a nivel de rentabilidad. Y por eso
podemos ver tambos con niveles de conversión de 2 litros de leche por kilo de
materia seca, algo notablemente eficiente”.
Sin embargo, alertó que a estos
resultados se llega siempre y cuando se mejoren los promedios de la recría, por
la “gran ineficiencia” que existe en las guacheras en los tambos argentinos.
“No hablemos de estas catástrofes climáticas, pero sí o sí hay que evitar que
se mueran terneras en las épocas normales: ninguna ternera tiene por qué
morirse una semana después de que nació. Para ello hay que tener buenos
protocolos de crianza, vacunar, dar leche pasteurizada y de buena calidad, y un
buen trato para el personal”.
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El tambo desde el factor humano
Crea realizó una propuesta centrada en las necesidades del
personal de los tambos. Un plan pensado con profesionales de disciplinas
sociales, y desarrollado desde una web.
“Proponemos salirnos un poco del foco
de la vaca y empezar a pensar en las personas”. La idea la resumió el ingeniero
agrónomo Santiago Moro, del equipo de Lechería del Consorcio Regional de
Experimentación Agrícola (Crea). Se trata del Proyecto Interinstitucional e
Interdisciplinario que diseñó Crea pensando en uno de los problemas principales
en los tambos: “el factor humano”.
Para el proyecto, el Consorcio realizó
una encuesta (con la colaboración de universidades y del Inta) entre más de
1.000 empleados de tambos de todas las cuencas lecheras de la Argentina.
Actualmente en los establecimientos
lecheros, 45% de los empleados son jóvenes y 75% viven en el tambo con su
familia. “Son chicos que trabajan por objetivos y que les gusta estar
integrados en un proyecto: trabajan más de una forma horizontal que vertical”,
dijo Moro.
“Si es que viven con la familia
–continuó- hay que ofrecerles buenas condiciones de vivienda, con instalaciones
adecuadas y cubrir la necesidad de la conectividad. También contemplar que si
bien éste es un trabajo demandante, cuando llegan a la casa quieren estar
cómodos y relajados; y no seguir pensando en el tambo”.
“Una persona disconforme tiene
consecuencia en la productividad de la empresa”, advirtió en la charla que dio
en Expolechera 2017. Moro presentó el trabajo que comandó el ingeniero agrónomo
Alejandro Palladino, coordinador de la Comisión de Lechería de Crea.
Palladino informó que el Proyecto
tiene una acción concreta que es la creación de la web www.factorhumanoentambos.com, donde se puede leer desde cómo diseñar las
instalaciones para el personal (cantidad de bajadas que debe atender cada
trabajador y ventilación, entre otras comodidades) hasta las cuestiones del
marco legal para contratar, o recomendaciones para el trabajo en equipo. “La
web es como una caja de herramientas”.
A su vez, remarcó que se trata de un
trabajo “interdisciplinario” del cual intervienen ingenieros agrónomos y veterinarios,
pero también psicólogos, trabajadores sociales y abogados. Otra virtud es la
del armado de grupos –uno por cada cuenca lechera- dedicados a resolver
justamente los problemas típicos de sus zonas. “Este es un proyecto vivo y
dinámico”.
Consultados los peones de los tambos
si recomendarían su trabajo a otros jóvenes respondieron por la afirmativa en
75% de los casos. Pero cuando se les preguntó si se lo recomendarían a sus
hijos, sólo dijo que sí 35%. “Son las cuestiones que hay que considerar”, dijo
Moro.
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Menos campo y más galpón
La lechería debe intensificar la producción para llegar a
ganancias que cuestan lograr en los sistemas al aire libre. Una ecuación que
pasa por aumentar la alimentación y el confort animal.
Un tambo debe alcanzar hoy una
producción de entre 9.000 y 10.000 litros de leche diarios por hectárea para
lograr una rentabilidad de 20% que le permita seguir en la actividad. En este
escenario es que están imponiendo –por sobre el tradicional modelo pastoril-
los sistemas de producción más intensivos o confinados, como el drylot (corral
seco con pendiente), freestall (estabulado) y compostaje (o sistema israelí).
El ingeniero agrónomo Lucio Carbone,
de la firma Delaval, dio en Expolechera 2017 una charla con consejos sobre cómo
ir del pasto a un sistema de encierre en tres pasos principales: el piso de
alimentación, el diseño de bebederos y camas y, por último, el tratamiento de
efluentes y la ventilación del área de ordeño.
“Con una baja producción por hectárea
es complicado hoy seguir en la actividad”, por lo cual el tambo, sin dejar de
ser pastoril, tiene que intensificar su producción. “Básicamente hay que dar de
comer en una pista alimentación aumentando la cantidad de materia seca por
vaca, dar suplementos, y también brindar mayor confort animal”.
Carbone indicó que los tamberos
deberán invertir en “instalaciones adecuadas en la parte de bebidas; tener
sombras y ventilación; y diseñar sitios para que las vacas se echen, como camas
de goma o de arena; siempre midiendo correctamente el espacio por animal”.
A ese paquete hay que sumar el
tratamiento de los efluentes y la construcción de pasillos y sistemas de
aspersión para prevenir los problemas de infecciones en las patas.
“Lo principal cuando se piensa en un
encierre es dar los espacios adecuados en la pista de alimentación, hacer un
manejo eficiente de las raciones con un nutricionista y aumentar el confort
animal”, concluyó el ingeniero agrónomo.
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RESULTADO DE LAS JURAS DE HOLANDO ARGENTINO
El premio de Campeona Suprema fue para el box 50, de SYC Tambos
S.A., de Cabaña Don Nura, de San Marcos Sud (Córdoba). La Reservado, fue el box
71 de Guillermo Miretti, de Cabaña La Luisa, de Ataliva (Santa Fe)
La Gran Campeón Hembra PP fue el box
50 de SYC Tambos S.A., de Cabaña Don Nura, de San Marcos Sud (Córdoba). Y el
Reservado, el box 56 de Fernando Martínez e Hijos S.R.L., de Cabaña La
Sorianita II, de Cañuelas (Buenos Aires).
La Gran Campeón Hembra RC fue el box
71 de Guillermo Miretti, de Cabaña La Luisa, de Ataliva (Santa Fe). Y el
Reservado, el box 79 de Guillermo Miretti, Cabaña La Luisa, de Ataliva (Santa
Fe).
Además, en la categoría Vaca Joven PP,
la Campeón fue el box 50 de SYC
Tambos S.A., de Cabaña Don Nura, de San Marcos Sud (Córdoba); y la Reservado,
el box 38 de Fernando Martínez e Hijos, Cabaña La Sorianita II, de Cañuelas
(Buenos Aires).
Y en la categoría Vaca Joven RC, la
Campeón fue el box 68 de Fernando Martínez e Hijos, Cabaña La Sorianita II, de
Cañuelas (Buenos Aires). La Reservado, el box 62 de Guillermo Miretti, de Cabaña La Luisa, de Ataliva (Santa Fe).
RAZA JERSEY
En Machos, en el Gran Campeón fue para
el box 85, de Goyaike S.A.A.C.I.Y.F, de Cabaña San Isidro Labrador, de Escobar
(Buenos Aires).
Y en las Hembras, el Gran Campeón fue
el box 95, de Goyaike S.A.A.C.I.Y.F, de Cabaña San Isidro Labrador, de Escobar
(Buenos Aires). El Reservado fue para el box 94, de Armando Raggio y Teodoro
Mulder, de Cabaña El Solaz/Santa Rita, de La Plata (Buenos Aires).
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