Nadie le niega que dilapide su capital político…
(A PROPÓSITO DE LA DESIGNACIÓN DE JUECES)
Escuchando comentarios sobre la decisión del presidente de nombrar por decreto a dos ministros de la Corte Suprema de la Nación, creo que si lo que quiso, quien desempeña la presidencia de la nación, es mostrarse poderoso, estoy convencido que él o quienes lo asesoraron, se han equivocado. Es cierto que somos, como sociedad, capaces de relativizar todo, con absoluta facilidad. Ya sea en esta particular coyuntura, por dar la espalda a un periodo en que por lo menos la mitad de nuestro país quiere dar por superado o bien por imperio del masomenismo intelectual, del cual somos claros cultores.Es cierto que una gran cantidad de compatriotas han visto con buenos ojos la medida tomada por el Poder Ejecutivo. Solamente por acompañar a un gobierno que viene en reemplazo de otro que sin dudas hubieran querido que termine (tal vez de cualquier forma) mucho antes del 10 de diciembre. Otra parte importante, también ( aunque tanto en el viaje de ida o el de vuelta en el tren hasta Once, no escuche hablar del tema) no cesa en sus críticas respecto a lo resuelto y aquí se abre un abanico muy diverso en lo que hace a la composición de este grupo, ya que se ven con claridad a aquellos que hasta ayer consideraban a situaciones como estas, no dignas de analizarse en el marco de un proceso político como el que se decía atravesar o aquellos, que con honestidad y coherencia han mantenido una tenaz defensa de la institucionalidad, ya sea por mera prolijidad, resguardo de los valores republicanos o por reaseguro de los derechos y la dignidad de mujeres y hombres que habitan nuestro suelo. Creo que es ociosa la intención de mostrar un encuadre o una contradicción con las normas. Con un poco de ingenio, podremos lograr estar de un lado u otro sin forzar mucho la letra de la ley. En este punto, vienen a mi memoria, antiguas y nunca resueltas, discusiones sobre los conflictos que se suscitan entre el derecho y la moral, el derecho y la justicia y ni que hablar: ente el derecho y la política. Mucho más allá de la cuestión jurídica, que no es nada menor, creo que hay que analizar la cuestión política para darnos cuenta que estamos frete a una situaciÓn algo mas que preocupante.¿ Es solamente la intención de demostrar poder, lo que llevo a esta decisión?¿ Habrá sido la necesidad de alcanzar cierto estándar de gobernabilidad a través del algún acuerdo con algún sector de la partidocracia local? Va a ser muy difícil llegar, en estos días a la constatación de estos u otros interrogantes, por que se tendrán muy reservados y porque la vorágine de los primeros días de un nuevo gobierno se llevara esta cuestión a vaya uno a saber a donde. Pero lo cierto es que el gobierno se equivoco y no es solo una cuestión de procedimiento. En todo caso el procedimiento, pone de manifiesto el error. A tal punto que los designados ministros de la corte, según se dice, gozan de un reconocimiento ético y profesional no común y que por este proceder quedan ciertamente complicados y que mas allá de su suerte, en lo que hace a su definitiva designación por el senado nacional o sus aciertos en la función que desempeñaran, llevarán a modo de pecado original, el error o la culpa de quien los designara. Pero no termina aquí la cosa. Es una muy mala señal que un gobierno, que no solo en campaña, sino ya puesto en funciones, se mostró interesado en mostrase superador del periodo anterior, haya optado por el camino corto, por el atajo. En un país, en el que, por lo menos en los años que me ha tocado vivir (que no son pocos) que se ha caracterizado por haberse conducido a los volantazos , llevándonos a todos de una banquina a la otra, sería una muestra de poder jamás visto, quien gobernara cornforme al derecho y a la sensatez. Cosas poco vistas por separado y mucho menos juntas en los últimos tiempos.
Es cierto que el capital político del presidente, es propio y no se lo debe a nadie, Es lo que ha construido y como tal, puede comenzar a dilapidarlo ya, si se le antoja, dinamitarlo si le place, pero al hacerlo debe tener consciencia de que no se sale de una crisis, sembrando las condiciones para otra nueva. Es muy probable que en pocos días esto, pase a ser una anécdota o un simple motivo para una chicana de baja calidad, como también ser el primer traspié de una sucesión de mal pasos que, no ya la mitad más uno, sino la totalidad de quienes vivimos en nuestro querido país, NO QUEREMOS QUE OCURRA. Se dice, en el ámbito del derecho y se sabe por experiencia, que quien puede lo mas, puede lo menos. En esos “menos” están incluídas muchas cosas que sí, sean motivo de charla en el viaje de Moreno a Once.
Sean cualesquiera los motivosy esperando que las consecuencias, no nos lleven nunca a un lugar que nunca quisimos llegar, me expreso y lo digo en el idioma del presidente:
ESTO, NO ESTUvO BUENO!
Carlos López Concejal mandato cumplido
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