Bárbara Soledad Prieto tenía 28 años, un hijo y un hermano policía. Vivía en Moreno, era sargento de la Bonaerense y estaba a punto de irse de vacaciones a la playa. En la noche del viernes, volvía en colectivo de trabajar en la comisaría 7° de Castelar Norte (Morón) cuando un joven que iba en otro asiento vio su uniforme y empezó a insultarla de la nada. De golpe, el pasajero sacó un cuchillo, le pegó tres puñaladas en el pecho y la degolló. Le robó el arma reglamentaria y escapó corriendo.
El asesino fue detenido poco después, mientras se escondía en un zanjón en un terreno baldío, a unos 200 metros del lugar donde ocurrió el asesinato, en la localidad de Cuartel V, en Moreno. Según fuentes policiales citadas por Télam, se trata de un albañil de 22 años oriundo de Paraguay.
El crimen ocurrió alrededor de las 23. La sargento Prieto y otros pasajeros viajaban en el interno 214 de la empresa “La Perlita”. Al llegar a la altura de la calle Galarza de la ruta 25, en Cuartel V, el agresor empezó a insultarla desde uno de los últimos asientos.
Los testigos relataron luego que el hombre, casi sin darle tiempo a reaccionar, sacó un cuchillo de 15 centímetros de largo que llevaba consigo dentro de un bolso. Enseguida, la tomó por detrás, le asestó unas tres puñaladas en el pecho y luego le hizo un tajo en el cuello a la altura de la tráquea.
El asesino tomó el arma reglamentaria de Prieto, bajó del colectivo y comenzó a correr en dirección a unos terrenos baldíos ubicados al costado de la ruta.
Un grupo de pasajeros fue a auxiliar a la policía, mientras que un joven llamaba por teléfono al 911 para pedir ayuda.
Así, pronto llegaron al lugar policías de la Jefatura Distrital Moreno y médicos de emergencias. La mujer ya había perdido mucha sangre y la trasladaron al hospital Luciano y Mariano de la Vega, pero no hubo forma de salvarla.
En tanto, los testigos señalaron el lugar hacia donde había corrido el asesino. La Policía lo encontró escondido en un zanjón. Lo arrestaron y le secuestraron el cuchillo manchado con sangre. Más tarde, le tomaron muestras al detenido para determinar si estaba borracho o drogado.
Los restos de la sargento Prieto –segunda policía asesinada este año– fueron velados en el club social Namuncurá de Moreno y ayer la sepultaron con honores en el Cementerio Municipal.
Sus colegas y amigos se mostraban indignados y dolidos ayer en Facebook. “Era una persona sin maldad, una madre espectacular y una compañera increíble. Que Dios cuide y proteja a tu hermoso hijo”, escribió uno de ellos, Germán.
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