Nicolás Ayo pasó a buscar a su novia el sábado a la medianoche. Iban a una fiesta, pero su salida terminó en una tragedia signada por la muerte. Fueron sorprendidos por dos delincuentes que intentaron robar el Fiat 147 que manejaba el joven, de 21 años, y cuando él aceleró el vehículo para intentar evitar el robo le dispararon dos tiros en el pecho.
El hecho ocurrió en el cruce de las calles Brasil y Martín Fierro, del barrio San José, en el partido de Moreno, en el oeste del Gran Buenos Aires. A metros de allí reside la novia de Ayo, de 18, que tras el mortal asalto debió ser atendida por médicos como consecuencia de la crisis nerviosa que sufrió.
"Los chicos salían con el auto y vinieron estos dos muchachos flacos y altos; los quisieron asaltar, a ella la quisieron agarrar y sacar del auto, pero el chico aceleró y ahí le pegaron el primer tiro, y el otro disparo fue cuando estaba en la esquina", relató ayer a la mañana a la prensa Esteban, un vecino que reside a metros de la escena del crimen.
Cuando recibió los dos disparos en el tórax, Ayo perdió el control de su auto, que continuó la marcha hasta caer en una zanja de la esquina, según informaron fuentes policiales. "Escuché los dos disparos, salí y vi a la novia que se cruzó enfrente y gritó pidiendo ayuda. Pensé que la estaban asaltando a ella, pero ahí dijo: «¡Mataron a mi novio!, ¡mataron a mi novio!»", recordó Esteban, que luego de ver a Ayo baleado fue con otra vecina a comunicarle lo ocurrido a la madre de la novia del joven.
Policías de la comisaría 1» de Moreno fueron alertados por los vecinos, y al llegar al lugar recabaron datos a través de algunos testigos que aseguraron haber visto a dos jóvenes merodeando la zona durante el partido entre Boca Juniors y River Plate.
Ayo fue trasladado de urgencia a la una de la madrugada en una ambulancia hasta el hospital de Moreno, pero, según confirmaron fuentes de la guardia médica a LA NACION, el joven llegó sin vida a ese centro de salud. Luego, su cadáver fue trasladado a la Morgue Judicial para la realización de la autopsia. La investigación quedó a cargo del fiscal Gabriel Lorenzo, responsable de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4 de Moreno, perteneciente al Departamento Judicial Mercedes.
Los investigadores secuestraron en el lugar dos vainas servidas calibre 9 milímetros, que servirán para cotejarlas en caso de que aparezca una pistola de esas características. El vecino que ayudó a la novia de Ayo también aseguró que entre "un tiro y el otro hubo unos veinte metros" de distancia, por lo que cree "muy probable" que los delincuentes hayan corrido junto al auto para dispararle por segunda vez.
"La novia se salvó de milagro, porque estaba con él en el auto. Por suerte no resultó herida, pero tenía una crisis de nervios tremenda", afirmó otra vecina de la cuadra, que dijo que a la víctima no la conocía, pero a la muchacha sí, porque ésta era amiga de su nuera.
La misma vecina contó a la prensa que cuando ella oyó los disparos se quedó "helada" porque pensó que habían asaltado a uno de sus hijos. "A mí me asaltaron a cara descubierta, con armas, dos chicos de quince años", afirmó la mujer.
El homicidio de Ayo, que vivía en el partido de San Miguel, consternó a los habitantes del barrio San José, que manifestaron que en el último tiempo hubo otros robos y asesinatos en la zona.
Hace una semana, un intenso tiroteo en la cola de un banco Supervielle de esa localidad, entre delincuentes que intentaron robar un camión de caudales y personal de seguridad, dejó el saldo de un jubilado muerto y siete heridos, tres de ellos, mujeres embarazadas. Francisco Figueroa, un jubilado de 75 años, murió en medio de una operación que se le realizó luego de haber sufrido un impacto de bala en el tórax en ese asalto.
Además, hace veinte días el colectivero Carlos Rodolfo Andrés, de 44 años, fue asesinado de un balazo en la cabeza luego de haber sido asaltado por seis delincuentes en la localidad de La Reja, partido de Moreno.
En tanto, un policía federal retirado que lo acompañaba en una moto resultó herido durante ese robo.
FUENTE DIARIO LA NACION
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