domingo, 23 de junio de 2013

PORQUE LOS CHICOS DEJAN LA ESCUELA ?

Secundarios: uno de cada dos jóvenes está atrasado o abandonó  

Así surge de un informe que sostiene que la cantidad de alumnos que perdieron años o dejaron la escuela saltó del 46 al 50% en todo el país, a pesar de que el abandono propiamente dicho disminuyó. En la Región subió la sobreedad y bajó la deserción. La necesidad de ayudar a la familia es la principal causa del alejamiento del Colegio 
Los mejores recuerdos escolares de Jonatan Insaurralde tienen un escenario común: los talleres del Albert Thomas. Apasionado por la Electromecánica y amante de las Matemáticas, Jonatan, que vive en el barrio El Palihue, disfrutaba de las clases tanto como de los talleres y le gustaba pensar que cursando estaba a la vez preparándose para la Universidad y aprendiendo un oficio. Pero las cosas se complicaron hace dos años, cuando el padre de Jonatan se enfermó y al hogar de los Insaurralde llegó un nuevo hermanito. Jonatan, que es el más grande, se vio obligado a comprometer parte de su tiempo en el cuidado de sus hermanos más chicos y se cambió a una escuela común, con menor carga horaria, sin mucha Matemática y nada de Electromecánica. Al poco tiempo se aburrió y a los problemas familiares se sumó su propio desinterés. Jonatan, entonces, abandonó la escuela y se puso a trabajar. Recién este año pudo retomar, esta vez en la Escuela Media 20. Y aunque ahora tampoco tiene Matemáticas ni Electromecánica, sí tiene la decisión de terminar el secundario y para eso adaptó sus horarios laborales a los de estudio.


Jonatan es apenas uno en una larga lista de chicos que cursan el secundario con retrasos o que en algún momento dejan. Según un informe elaborado por el centro de estudios IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino) en base a datos del Ministerio de Educación de la Nación, la mitad de los jóvenes argentinos dejaron sus estudios secundarios o están atrasados.
El estudio se basó en datos del período comprendido entre 2003 y 2009 (últimos disponibles a nivel nacional, según indican sus autores), correspondientes a la matrícula de jóvenes que se inscriben cada año en la secundaria en todo el país.
El trabajo indica que si en 2003 el 33% de los jóvenes cursaba la secundaria con sobre-edad (es decir,. retrasado) y otro 13% había abandonado ese año, en el año 2009, los jóvenes con sobre edad eran el 38% y otro 12% había abandonado ese año.
“Eso significa que entre 2003 y 2009 , el porcentaje de jóvenes que habían abandonado la escuela o cursaban cursos inferiores a los que correspondían a su edad pasó del 46 al 50%”, concluyen los autores del estudio.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires, el número de alumnos con sobreedad en 2003 era de 389.350 y aumentó a 477.305 en el año 2009. Paralelamente se registraban en 2003 188.333 abandonos, que se reducían a 158.788 en 2009.
Según el informe “en términos de desempeño educativo de los alumnos de la secundaria el retroceso también es palmario”.
En ese sentido, remiten a los resultados de la prueba internacional PISA, organizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y destinada a medir las habilidades de lectura, en la que la Argentina ocupó en el año 2000 el lugar del mejor país sudamericano con 418 puntos sobre 500 que lograron el promedio de los países avanzados, por encima de Chile (410), Brasil (396) y Perú (327). En el año 2009, el puntaje argentino cayó a 398 puntos, ubicándose por debajo de Chile (449), Uruguay (426), Colombia (413) y Brasil (412).
Agrega que estos resultados contrastan con un enorme aumento de los recursos públicos que se volcaron , en el período analizado, al sistema educativo. Siempre según datos del Ministerio de Educación, el gasto público educativo se incrementó sensiblemente en términos reales (corregidos por inflación) ya que pasó de 4,1 a 6,7% del Producto Bruto Interno en un contexto en que el PBI aumentó 50% en términos reales. El principal destinatario de ese aumento fue el salario docente, sostienen los autores del trabajo.
Para Jorge Colina, economista y jefe del área de investigaciones de IDESA “estas tendencias son atribuibles a fallas en la gestión pedagógica de las escuelas”.
Según Colina, “en la Argentina cuando un chico empieza a tener problemas de aprendizaje no se toman medidas. Tampoco se miden los resultados de la enseñanza de manera sistemática a través de la evaluación del alumno como se hace en otros países. Uno de los ejemplos que muestran como se incrementa el nivel de inversión sin obtener resultados está dado por el plan Conectar Igualdad, a través del cual se entregan computadoras a los chicos pero sin tener un plan pedagógico para su utilización”.
Desde la dirección de Educación Secundaria de la Dirección General de Escuelas, en tanto, se discrepa con esas conclusiones.
Claudia Bracchi, directora provincial de Educación Secundaria destacó que “la escuela media está viviendo un momento de cambio que apunta a la integración de la mayor cantidad de alumnos. Se trata de un proceso largo que comenzó con la obligatoriedad de la escuela secundaria, establecida por ley a nivel nacional en el año 2006 y en el 2007 en la Provincia y que llevará tiempo concretar. Esto implica un cambio profundo para la escuela secundaria, que antes estaba concebida sólo para una parte de la población y ahora está pensada para todos, Así, en la antigua concepción, el abandono estaba incluido entre las posibilidades, el que no respondía a la matriz que proponía la escuela quedaba afuera. Hoy se busca una escuela integradora y se están generando condiciones para que todos los chicos estudien. En este marco, a lo primero que se apuntó fue a reducir los niveles de deserción, cosa que se está logrando de manera lenta pero sostenida. Los últimos números de la provincia indican que la deserción, que fue del 9,54% en el 2009, bajó al 8,95% en 2010 y al 8,90% en 2012”.
Frente al problema de la sobreedad, la mirada cambia, dice Bracchi: “en el marco de esta transformación pueden haber mayores niveles de sobreedad, lo importante es bajar los indices de abandono. Para esto se trabaja sobre una serie de estrategias y medidas que incluyen la creación de una tercera mesa de examen para los chicos que la pidan, la creación de guarderías para que alumnas que son madres puedan continuar con sus estudios y un seguimiento mayor de las trayectorias educativas de los chicos (ver aparte).
Las razones por las que los jóvenes dejan la escuela o se retrasan en sus estudios son varias, pero una de las más comunes es que tienen que trabajar para ayudar a sus familias, según se reconoce oficialmente.

FUENTE DIARIO EL DIA DE LA PLATA

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